Dice Santi Tejedor en su libro «Periodismo y viajes» que, frente a la perspectiva de un viaje, podemos conjeturar sobre los paisajes, las personas y las experiencias que nos esperan». Dice también que incluso hacerlo es «una gimnasia sana», pero que casi nunca nuestras expectativas se cumplen. Así, la realidad supera la ficción de nuestra mente, regalándonos mucho más de lo imaginado.
Frente a la perspectiva de un viaje conjeturar sobre las experiencias que nos esperan es una gimnasia sana (Santiago Tejedor)
Sin embargo, hay un ejercicio previo al viaje de obligado cumplimiento: tomar conciencia de que cada uno de nosotros viaja con “una mochila” de experiencias vividas a través de las cuales interpretamos el mundo. Es por ese motivo que un mismo viaje, un mismo itinerario recorrido, las mismas experiencias vividas en un determinado país, a un viajero le pueden suponer un punto de inflexión en su vida y para otro signifiquen tan sólo un nuevo sello en el pasaporte y poco más.
Dice el gran Fernando Pessoa que “los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos” y yo añadiría “vemos lo que somos y las consecuencias de las circunstancias que estemos viviendo” porque, muchas veces, viajamos con “lo que somos” en el fondo de esa “mochila” y quizás (sólo quizás) el viaje sea la magia que pueda desenterrar esa identidad propia.
Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos (Fernando Pessoa)
Sin ánimo de regresar a una concepción romántica del viaje ni a la, ya desgastada, distinción entre “viajero” y “turista” (al final todos somos turistas) la gigantesca industria del turismo corre el riesgo de “globalizar el mundo” impidiéndonos contemplar una realidad distinta y así permitir alejarnos de nuestros propios prejuicios.
Por eso nuestra obsesión de proponeros “viajes diferentes” en los que la propia logística os acerque a la comprensión del destino y al crecimiento personal que debiera llevar implícita una experiencia así. Con la excusa de la fotografía, nos vemos obligados a observar en silencio, a participar de forma responsable y respetuosa de experiencias culturales muchas veces alejadas de nuestro mundo, que podrían cambiar para siempre nuestra forma de ver las cosas o, incluso mejor, podrían llegar a cambiarnos a nosotros mismos.
© Foto Artur Isal durante el último Viaje Fotográfico a Cuba en abril 2022
Se puede decir más alto, pero no más claro. Para quien ha apostado por viajar con vosotros en varias ocasiones, como es nuestro caso, me siento totalmente identificado con el contenido de esta entrada, pues efectivamente, con la excusa de la fotografía, nos vemos involucrados en experiencias culturales muchas veces alejadas de nuestro mundo, que sin que nos demos cuenta nos obligan a que las observemos de una manera distinta, llevándonos incluso a la reflexión de ese momento contemplado, algo que para quienes amamos la fotografía supone poner “intención” en la toma fotográfica de ese instante, de forma que se convierta en algo más que un mero recuerdo.
Gracias Pedro por tu comentario. Sabes que sin viajeros como vosotros nada de esto seria posible!! 😍