Su inmensa llanura y la vida salvaje que en ella transcurre junto a la riqueza de sus paisajes y su vida cultural hacen de Tanzania un lugar único para viajar junto a gente apasionada a la fotografía.
Viajar a Tanzania es conocer una de las joyas más increíbles de África y del mundo: el Parque Nacional de Serengeti, hogar de numerosos animales que viven en una llanura casi infinita en la que baobabs y acacias sirven de cobijo para algunas especies. Un lugar en el que los ñus y cebras, siempre en busca de nuevos pastos y aguas, son los protagonistas de La Gran Migración, un espectáculo de la naturaleza que jamás borrarás de tu memoria. Y más si ese momento coincide cuando miles de ñus deciden cruzar el Río Mara para seguir su viaje hacia la reserva del Masai Mara. En ese momento, las cámaras no dejan de disparar y tu corazón se acelera por presenciar ese momento.
Más allá de poder fotografiar la Gran Migración en su paso por el río Mara (entre agosto y octubre), el Parque Nacional de Serengeti es en sí un lugar increíble habitado por miles de especies. Una explanada de 1.5 millones de hectáreas donde pastan las grandes manadas de herbívoros y los carnívoros permanecen al acecho. De hecho, fotografiar a los Big Five (los 5 grandes) es uno de los objetivos del safari fotográfico en Tanzania. Estos grandes mamíferos son el león, el leopardo, el búfalo, el rinoceronte y el elefante.
Un safari fotográfico en Tanzania es ser el protagonista de un documental firmado por uno mismo.
Días de safari por el Serengeti en los que tendrás la oportunidad de ver a leonas durmiendo sobre los árboles, a manadas de cebras pastar junto a ñus o a jirafas corriendo tras sentirse amenazadas. Y quien sabe, quizá a algunos guepardos cazando. Pero también hay que mirar al cielo, pues las aves son también abundantes y de colores hermosos. En definitiva, un safari fotográfico en Tanzania es ser el protagonista de un documental firmado por uno mismo.
Ngorongoro
Tanzania es uno de los países más desconocidos y completos del continente africano. Lagos, montañas, cataratas y una increíble variedad de ecosistemas son el escenario en el que viven miles de animales. De ellos destaca el Ngorongoro, un cráter con 20 kilómetros de extensión y 600 metros de altura en el que conviven los cinco grandes de África. De hecho, por sus dimensiones, hay más posibilidades de ver al rinoceronte negro, que se encuentra en peligro de extinción crítico. Un lugar cuya principal fuente de agua es el lago Magadi, donde es fácil ver a hipopótamos y flamencos. Además, en la garganta de Olduvai, se encuentra uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de África y cuna de la humanidad.
Masai, bosquimanos y Datoga
Además de sus espectaculares paisajes, Tanzania es hogar de más de un centenar de étnias diferentes, donde los Masai son los más populares. Es un pueblo nómada que sigue hoy en día subsistiendo del pastoreo y cuyos poblados se caracterizan por su forma circular. En general, los Masai son esbeltos, de facciones finas, y su holgada indumentaria de colores vivos, como el rojo, cuyo significado es el valor, o el azul —más usado por las mujeres—, símbolo de la buena suerte.
Otra tribu con especial importancia en Tanzania son los Hadzabe, cuya forma de vida a penas ha variado en miles de años y han desarrollado un lenguaje bastante complejo a base de chasquidos —son las denominadas lenguas joisanas—. Son cazadores-recolectores (las mujeres recolectan frutas y tubérculos mientras que los hombres cazan animales sirviéndose de arcos y flechas). También tendrás la oportunidad de conocer a una tercera tribu: Los Datoga, que principalmente habitan en las regiones de Arusha y Manyara. Esta tribu sobrevive principalmente de la ganadería así como el cultivo y cacería. En tu visita al poblado conocerás más de cerca sus tradiciones, su modo de vida y verás a los herreros trabajar. Convivir con ellos y conocer su vida cotidiana es parte del viaje fotográfico, así como aprender las técnicas del retrato fotográfico gracias a estar acompañado por un fotógrafo experimentado.
Viajar a Tanzania es una experiencia única, pero más si el viaje se realiza junto a un fotógrafo experimentado.
A través de un safari fotográfico ves la vida salvaje en los Parques Naturales del Serengeti y el Ngrongoro con otra mirada, buscando la foto perfecta y sabiendo que el tiempo es la clave para hacerla. Un viaje que te brinda la oportunidad de saber cómo trabaja un fotógrafo profesional y aprender de su mano. Además viajar en grupo súper-reducido (de máximo seis personas) hacen del viaje una experiencia inolvidable.
¿Preparado para conocer uno de los países más fascinantes de África?
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