Hace días que ronda por nuestras cabezas la idea que hacer memoria de toda la formación, seminarios, talleres y trabajos que hemos llevado a cabo durante los últimos veinte años. Y es que, absorbidos por el día a día, nos despistamos y perdemos la perspectiva que nos ayuda a seguir el rumbo adecuado. Son muchas las bonitas experiencias que nos han proporcionado lo aprendido y no podemos hacer un balance de cuál fue el curso o seminario que más nos impactó puesto que, primero, sería injusto y segundo, porque aprendimos de todos y cada uno de ellos. Pero, estuvimos en la expo “Huellas” en el AFB (Arxiu Fotogràfic de Barcelona) y el recuerdo de haber podido disfrutar de las enseñanzas de este gran maestro del retrato que fue Humberto Rivas, se apoderó de nosotros durante un buen rato.
En nuestros viajes fotográficos y talleres teóricos que impartimos, uno de los temas que solemos trabajar en profundidad es el retrato. Siempre explicamos que en nuestra formación (en que seguimos y seguiremos estando hasta que dejemos este mundo ;-)) uno de los fotógrafos de referencia en cuanto al retrato es Steve McCurry. Pero, no deberíamos olvidar que, quizás fue Humberto Rivas quien nos enseñó que una imagen va más allá de lo que, a veces, uno puede o sabe transmitir verbalmente. Que un retrato es una situación íntima entre dos personas y que la fotografía, si nos la tomamos en serio, puede ser un acto solemne.
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